Jessica Parker
Salud Integral

CASOS CLÍNICOS






Ansiedad y ataques de pánico
La ansiedad implica un estado continuo de temor que se manifiesta en ausencia de una amenaza inmediata. Los trastornos de ansiedad implican la enfermedad psiquiátrica más común (se estima una prevalencia de 28% durante la vida de la persona) y contribuyen a la etiología de la depresión y al abuso de sustancias (como forma de calmar las sensaciones agobiantes).
Algunas investigaciones de corte orgánico proponen que la amígdala dentro del cerebro, juega un papel importante en la ansiedad, por constituir una región encargada de procesar las emociones; empero, a la fecha, los mecanismos neurales que controlan la ansiedad siguen sin estar claramente definidos. Ahora bien, entre las situaciones más comunes que predisponen la ansiedad están los conflictos a nivel inconsciente, experiencias traumáticas (pérdida de seres queridos, exposición a violencia en cualquiera de sus manifestaciones, experimentación de accidentes, entre otros) o padecimiento de algunas enfermedades.

Entre los problemas clínicamente significativos de ansiedad se encuentran: los trastornos de pánico, la ansiedad generalizada, la ansiedad por separación, el mutismo selectivo, la fobia específica, la ansiedad social o fobia social, la agorafobia, la ansiedad inducida por medicación o sustancias, la ansiedad debida a condiciones médicas específicas y la ansiedad no especificada.
Me detengo a hablar en este momento de los ataques de pánico (A.P.) porque éstos pueden ocurrir en el contexto de cualquier problema clínicamente significativo de ansiedad y otras condiciones mentales y por ser éstos muy agobiantes e incómodos para las personas que los padecen.
Las sensaciones son muy molestas y aterradoras para quienes experimentan A.P. Los síntomas más comunes incluyen: palpitaciones, sensaciones de golpe en el corazón, corazón acelerado, temblores, sudoración, dificultad para respirar, debilidad o mareo, sensación de ahogo, dolor en el pecho o estómago o sensación de incomodidad en estas áreas, sensación de calor o frío, hormigueo o entumecimiento de las manos.
Las personas sienten un reiterado temor a que se repitan los ataques de pánico, evitan los lugares en donde han ocurrido los ataques de pánico, temen perder el control, la cordura o llegar a morir y presentan sensaciones de despersonalización (sienten que se desprenden de sí mismos). En la experiencia clínica que he tenido con esta problemática, las personas reiteradamente se quejan de sentir que les dará un ataque al corazón cuando surge el A.P.

Importante
Si los síntomas son persistentes y recurrentes, es conveniente consultar a un psicólogo, psiquiatra o médico para recibir la orientación más recomendada al caso particular de cada quien.
A continuación, les comparto algunas acciones que han realizado las personas con las que he trabajado y que les han ayudado a lidiar con los ataques de pánico.
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Comprender que no se van a morir: muchos de ustedes pueden haber leído o escuchado a colegas y expertos en el tema explicarles a las personas que el primer paso para lograr manejar los A.P. y superarlos es comprender que, pese a que las sensaciones son muy incómodas, agobiantes y molestas, en realidad no se van a morir por experimentar un A.P.
Si un A.P. surge, conviene respirar lo más lento posible (pero no muy profundo) y repetirse a sí mismas y a sí mismos “no voy a morir por sentir esto; las sensaciones derivan de ansiedad, pero puedo calmarme poco a poco hasta lograr que disminuyan”.
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Practicar métodos de respiración con regularidad: el método Buteyko es una técnica que propone el uso de ejercicios de respiración como tratamiento para el asma y otras condiciones respiratorias, causadas por el aumento de la frecuencia respiratoria crónica o la respiración profunda (hiperventilación). El método entrena el patrón de respiración a través de ejercicios repetitivos (de respiración) para corregir la hiperventilación. Este método se centra en la respiración nasal, retención de la respiración y relajación. Para más información ir a: http://buteykobreathing.org/
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Grabar frases de afirmación positiva con la propia voz de la persona: un entrenamiento personal que desde hace años recomiendo en gran medida a las personas, es grabar con su propia voz frases de afrontación positiva, hechas según las necesidades y los objetivos particulares a lograr. Las frases se pueden grabar en cualquier aparto celular o dispositivo en el que se puedan escuchar posteriormente.
Para el caso específico de A.P., algunas de las frases recomendables a grabar son:
-“No voy a morir por sentir esto; las sensaciones derivan de ansiedad, pero puedo calmarme poco a poco y así disminuirán”
-“Cada vez que siento un A.P., regreso a mi estado de tranquilidad con mayor facilidad”
-“Respiro lento y me calmo cada día más”
-“Puedo disfrutar de mi vida aquí y en cualquier lugar”
-“Mi vida es cada vez más simple y fácil de experimentar”
-“Me enfoco en todos los aspectos positivos de mi vida y en todo lo que sí resulta bien”
-“Cada día que pasa estoy mejor, mejor y mejor”
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Es mejor aprender a respirar que hacerlo por medio de bolsas de papel: pese a que algunos expertos en ansiedad recomiendan utilizar bolsas de papel cuando surge un A.P. (con el objetivo de disminuir la hiperventilación), hoy día, las investigaciones sugieren que es mejor aprender a respirar lento (pero no tan profundo) para lograr más calma personal, ya que respirar por medio de bolsas de papel provoca un aumento del nivel de dióxido de carbono, el cual podría ser muy dañino e incluso letal, para ciertas otras afecciones orgánicas (los ataques al corazón y el padecimiento de asma se confunden muchas veces con hiperventilación).
En la página de WebMD del Centro de Salud para Ansiedad y Trastornos de Pánico, se plantea la forma correcta de usar la bolsa de papel y se especifica que no debe utilizarse si las personas padecen problemas del corazón o de los pulmones, tales como enfermedad de las arterias coronarias, asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC, enfisema), o antecedentes de trombosis venosa profunda, embolia cerebral, o embolia pulmonar.

Importante
A continuación, se brinda información de algunos métodos adicionales con base en los excelentes resultados que les ha provocado a miles de personas practicarlos; sin embargo, si usted pertenece a alguna religión cuyos preceptos estén en contra de la utilización de estos métodos, favor haga caso omiso de la siguiente información, pues de ninguna manera pretende ofender al lector o ir en contra de preceptos religiosos específicos.
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Práctica de relajación del sistema nervioso central: realizar respiraciones con atención al momento presente, tal como en el método de Mindfulness. Pueden buscar información acerca de los estudios empíricos que realizan y sustentan el beneficio derivado de la práctica, en: https://goamra.org/
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Practicar el método Coué: repetición de palabras o imágenes para condicionar la mente. Luego del logro del condicionamiento, la mente (condicionada), es capaz de producir un comando autogenerado cuando la situación lo requiera. El método Coué es de mucha utilidad para tratar A.P. Mayor información en: http://www.emile-coue.org/
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Practicar audiopsicofonología: ciencia que propone que existe una relación intrínseca y vital entre el oído y la voz; entre la escucha y la comunicación. Para más información ir a: http://www.tomatiscenter.gr/en/the-tomatis-method/audio-psycho-phonology/


Referencias adicionales:
-American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition. Arlington, VA, American Psychiatric Association, 2013.
-Anahad O’connor: The Claim: If You’re Hyperventilating, Breathe Into a Paper Bag. The New York Times, 2008. En: http://www.nytimes.com/2008/05/13/health/13real.html?_r=0
-The ICD-10 Classification of Mental and Behavioural Disorders: Diagnostic Criteria for research. Organización Mundial de la Salud, 1992.
-WebMD: Anxiety & Panic Disorders Health Center. En: http://www.webmd.com/a-to-z-guides/hyperventilation-home-treatment
