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CASOS CLÍNICOS 

Trastorno del espectro autista

El Trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno del desarrollo que afecta las habilidades sociales y la comunicación.


El diagnóstico de trastornos del espectro autista debe realizarse por medio de un equipo multidisciplinario e involucrar idealmente a un neurólogo, psicólogo, pediatra con especialización en el desarrollo, terapista de lenguaje y habla y consultores o profesionales en autismo. 
Un diagnóstico preciso ayuda a determinar si las y los niños han alcanzado un nivel de desarrollo óptimo o no, evidente en la forma en que se mueven, gatean, caminan, aprenden, hablan, juegan, interactúan y se comportan. Algunas enfermedades pueden tener síntomas similares al autismo, por lo que es importante realizar un diagnóstico diferencial. 

 

Síntomas

 

Los síntomas característicos del Trastorno del espectro autista pueden ser evidentes entre los 18 y 24 meses y se observan con mayor claridad en la infancia temprana, entre los 2 y 6 años de edad. 

 

Algunos signos de alerta son: 


-No balbucea o dice “agú” a los 12 meses
-No emite gestos o señalaciones y no agarra cosas a los 12 meses
-No dice palabras sencillas a los 16 meses
-No dice frases de dos palabras a los 24 meses
-Tiene pérdida de lenguaje o habilidades sociales a cualquier edad

 

Si su hijo o hija presenta algunos de los síntomas anteriormente descritos, acuda a un profesional experto para obtener su impresión profesional. 
 

Estimulación y apoyo

 

El apoyo para las y los niños que presentan TEA debe fomentar el aprendizaje de habilidades adaptativas y el logro de independencia en diferentes áreas de su funcionamiento y debe basarse en la aplicación de métodos como el Análisis de comportamiento aplicado (ABA), Terapia ocupacional, Terapia de lenguaje y Abordaje nutricional (idealmente provisto por un neuronutricionista) que indique una dieta saludable y libre de preservantes, colorantes, azucares y harinas refinadas y oriente acerca de suplementos vitamínicos que soporten el desarrollo cerebral. 


Sesiones de apoyo para las familias de las y los niños que presentan TEA son imprescindibles para lograr la mayor calidad de vida posible, una comprensión profunda de la enfermedad, paciencia y empatía hacia la persona que requiere apoyo y la mayor estimulación posible.

 

Importante a mencionar es que en el DSM-5, desaparece el término Asperger  y se deja únicamente el de Trastorno del espectro autista, con la finalidad de ayudar a diagnosticar con más precisión y consistencia a los niños que presentan autismo.​

 

Las personas con autismo tienen una sensibilidad sensorial muy aguda; perciben los sonidos, formas y colores de una forma bastante peculiar. Pueden ver un ejemplo a continuación, elaborado por la Sociedad Nacional de Autismo. 

Sensibilidad sensorial en personas con autismo
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